lundi 27 juillet 2015

El mirador poseído por la pintura misma

20 de julio de 2015, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí) 

 
Catarina Dias, Espaço-Cérebro, vista de la exposición, galería Vera Cortês, julio de 2015, foto Bruno Lopes




¿ A usted ya le ha tocado quedarse inmóvil ante obras de arte, colocar su cuerpo en el único lugar adecuado en el espacio, no moverse sino según un método implícito determinado por el artista ? Probablemente si, ante esculturas como la Daphné del Bernin o un objeto específico de Donald Judd, pues muchas esculturas tienen esta exigencia intrínseca, el "buen" lugar en donde el mirador debe situarse. Y ¿ ante estos cuadros ?





Catarina Dias, Espaço-Cérebro, vista de la exposición, galería Vera Cortês, julio de 2015, foto Bruno Lopes



Los cuadros abstractos de Catarina Dias, con formas de colores, nubladas, atormentadas, fluidas e indefinidas, sin duda no atraerían tanto el ojo sino se conjugaran con palabras, con letras. Pero antes de saber lo que se dice y de meditarlo hay que descifrarlo : pues, ante esas letras escritas al revés, en espejo o cabeza para abajo, el espectador vuelve a la infancia al intentar aprender a leer delante de su abecedario. ¡ Qué vergüenza ! (pequeña), me sorprendo moviendo los labios en silencio pues me doy cuenta de que necesito esta articulación muda, este enunciado introvertido para que las palabras puedan llegar a mi cerebro, para que las formas que por tanto apenas reconocí como letras adquieran sentido; no soy ciego sino analfabeta como ante un texto en alfabeto georgiano, por ejemplo. Me tengo que plantar ante el lienzo, sólo, inmóvil, concentrado, bloqueando toda visión periférica, a la buena distancia (y cada cual determina la suya, alrededor de 1.50 metros para mí, pero otros se sitúan más cerca y entonces cuando leen, sus cabezas se van inclinando poco a poco de abajo para arriba).






Catarina Dias, Espaço-Cérebro, vista de la exposición, galería Vera Cortês, julio de 2015, foto Bruno Lopes




Y no es suficiente. También tengo que encontrar mi ritmo, leer lentamente, respirar profundamente, dejar penetrar en mí el soplo de los esbozos de poemas que leo. Me gusta imaginar que así se podría grabar el ruido silencioso de los espectadores, sus soplos rimados, su esbozo de formulación que no pasa el umbral de sus labios. Y así, concentrado, atento, reducido al estado de mirador puro, entro en un universo de silencio, de imposibilidad, de frustración, de agotamiento. ¿ he leído todo ? ¿ he entendido ? y ¿ porqué me siento agotado al final de la visita, anonadado, ciego, desesperado ? Leo : amorfo. Leo : caótico. Leo : trastornado. Leo : irracional. Leo : imprudente. ¿ Son esas palabras el espejo de mi alma confusa ? ¿ Es un mensaje que me está dirigido ?
(como un Rorschach del que yo sólo penetraría el sentido -un sentido- ?) ¿ La bonita y vivaracha vecina leerá otra cosa que yo en esas letras de donde recibo de frente la palabra 'Intrépido' ? Esta artista que ha sabido posesionarse en mi cuerpo, en mis labios, en mi aliento, ¿ no escribirá además un mensaje diferente para cada uno ? ¿ Se dirige solamente a mí ? ¿ Estoy poseído ?

La exposición se llama Espacio-Cerebro, en la galería Vera Cortês en Lisboa, hasta el 19 de setiembre, comisaria Joana Neves. Catarina Dias presentará una segunda parte de la exposición en el espacio Appleton Square del 8 al 19 de setiembre.


Fotos de Bruno Lopes cortesía de la galería.

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dimanche 26 juillet 2015

Y lo que me queda por decir (Arles fin)

19 de julio de 2015, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí) 


Un poco en desorden, lo que me queda por decir de los Encuentros de Arles y que no encontró su lugar en las crónicas precedentes.



Christian Gattinoni, Segunda generación : la memoria contra todos los fascismos, vista de la exposición 



- la sobria y conmovedora exposición "La memoria contra todos los fascismos" de Christian Gattinoni sobre la deportación (su padre Pierre deportado a Mauthausen) y las lecciones de indignación que hay que aprender aún hoy frente a los resurgimientos posibles (en Voies Off). Al son de la canción de Jean Ferrat (que algunos imbéciles se atrevieron a acusar por negacionismo), fotos de su padre, de otras víctimas, fotos a veces arrugadas, frágiles, dan testimonio de la lucha que hay que continuar actualmente contra la desaparición de las imágenes y contra el olvido (en el antiguo colegio Frédéric Mistral, Centro de la Deportación y de la Resistencia, hasta el 8 de agosto).




Man Ray, proyecto para los Rolling Stones, Exile on Main Street, 1972




- otra cosa totalmente diferente (será lo propio de esta crónica un poco desordenada), y que causa gran regocijo es la exposición doble sobre carátulas de discos. Aunque al cabo de un rato ante la gran cantidad de piezas expuestas uno se distrae un poco; uno de los encantos de la exposición es que el nombre del fotógrafo está escrito en el cartel en letras pequeñas, y que salvo con las más conocidas, uno puede divertirse adivinando, y también imaginando la correspondencia entre Man Ray y los Rolling Stones (proyecto sin realizar), los Becher y Kraftwerk, Araki y Björk, o Elliott Erwitt y Led Zeppelin...




John Lennon, album de John Lennon & Yoko Ono, Unfinished Music n°1, Two Virgins, 1968




De paso, un poco de censura por parte de las casas discográficas (la carátula estadounidense de Lennon/Ono Unifinished Music n°1 Two Virgins; foto de Jhon Lennon) o por parte del comisario de la exposición (El hombre de traje de polyester de Mapplethorpe, que ilustra un disco de los Rolling Stones es presentado aquí bajo una cortina negra que hay que levantar). Y también el descubrimiento del polaco Wojciech Zamecznik que ilustra discos de música clásica con fotografías abstractas bastante creativas.





Olivier Cablat, Duck, una teoría de la evolución




- En torno a la arquitectura, la documentación fotográfica sobre las Vegas de Venturi y Scott Brown, pero que aquí presentan como simple ilustración desconectada del argumento arquitectural de los autores, y la divertida paráfrasis que de ello hace Olivier Cablat que siempre anda buscando archivos memoriales improbables : aquí reconstruyó una casa-pato de Long Island a partir de su fotografía desde diferentes ángulos (y se puede entrar, como en la Esfinge !). Más lejos, objetos en venta como en el Bon Coin y sus historias, por Thierry Bouët : anécdotas entretenidas, pero sin la densidad de trabajo sobre un tema similar de Allessandra Spranzi, por ejemplo. 




Collection Jean-Marie Donat, TeddyBär




- la impresionante colección espiritista y maga de Tony Oursler : libro extraordinario pero película decepcionante. Y las colecciones de rarezas vernáculas de Jean-Marie Donat : sombras proyectadas amenazantes del fotógrafo, rostros ennegrecidos y osos de peluche de tamaño humano : aunque la foto sea borrosa, miren a esta hermosa rubia de trenzas con su adorable oso blanco, y miren bien la insignia sobre su camiseta. El oso nunca es insignificante...




Collection Brad Feuerhelm, Supravision, vista de la exposición (vitrina)




- en el espacio Cosmos, la colección de Brad Feuerhelm de retratos de ciegos : 
¿ cómo fotografiar a alguien cuyos ojos están muertos ? Un tema que me interesa mucho.


- la iniciativa del boudoir 2.0 (ya se acabó) mostraba fotos, pero sobretodo organizaba discusiones animadas y apasionantes. Esperamos que vuelvan el año que viene.


- la belleza calmante de la magnífica instalación de Janet Cardiff, para desalterarse después de las visitas a los Talleres : la descubrí hace 8 años y sigue cautivándome.


- los dibujos de van Gogh en la Fundación (pero eso será para otra crónica).


- y para terminar (in cauda venenum), una tarjetica con el folleto de la Fundación Luma que presenta las obras en curso, contiene (en el texto en francés) un error de ortografía o error en cada página o casi. Bueno, se les perdona, es un buen proyecto que estamos impacientes por ver ! 
Hasta el año que viene...


Fotos del autor, excepto Man Ray.




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samedi 25 juillet 2015

Arles 5 : descubrimientos

18 de julio de 2015, por Lunettes Rouges

  
(artículo original en francés, aquí)



Pauline Fargue, Nul Jour, Premio Descubrimiento, vista de la exposición




Este es el otro polo de los Encuentros, indispensable, el que permite descubrir a los desconocidos, tanto en las exposiciones oficiales como en el Off. Pero, este año, la exposición oficial por el Premio Descubrimiento es bastante decepcionante : salvo una divertida burla peluda y una puesta en escena original pero cuya denunciación es algo insípida, muchos de los elegidos no sorprenden por su originalidad. A pesar de todo yo había escogido a tres : la francesa Pauline Fargue que juega con las escalas y expone unos pequeños y elegantes carnés íntimos cruzando textos y fotografías (fue ella quién obtuvo el premio), Robert Zhao Renhui de Singapur, cuyo estilo recuerda algo de Taryn Simon, muestra alteraciones (reales o inventadas) de la naturaleza, peces fluorescentes o mono que habla, y Omar Victor Diop de Senegal, por quien finalmente voté. 





Omar Victor Diop, Juan de Pareja  (1606-1670)





Los (auto) retratos de Omar Victor Diop lo presentan con los rasgos de los africanos que jugaron algún papel fuera de Africa, en Estados Unidos, India o Venezuela de los siglos XV a XVII y que fueron más o menos puestos de lado por la historia oficial. El argumento es interesante sobre la visión unívoca de la Historia y el olvido de los 'marginales' y extranjeros. La forma es clásica ya que cada fotografía se inspira en un cuadro (o escultura) de la época, evocando los códigos pictóricos y de vestimenta, con gran dignidad, pero no me convenció el hecho de que incluyera, para ironizar, balones, guantes o zapatos de fútbol, seña contemporánea que no añade nada. Debo confesar que de los 18 personajes presentados solamente conocía a dos, Juan de Pareja el esclavo liberado de Velazquez (aquí arriba), y el político estadounidense Frederick Douglas. Se descubre también a San Benito de Palermo y al paje alemán August Sabac El Cher, por ejemplo. 





Vista de la exposición Conversaciones fotográficas : a la izquierda, 3 fotos de Dorothée Smith, a la derecha, 4 de Rebecca Topakian





Lo interesante se encuentra más bien por el lado de los alumnos de la ENSP (Escuela Nacional Superior de la Fotografía), empezando por el diálogo creado entre tres artistas diplomados del año con el patrocinio de Olympus : es evidente que Paolo Woods no intercambió nada con Elsa Leyder, sus fotos yuxtapuestas no dialogan, pero no es el caso de los dos otros equipos. El intercambio entre Denis Darzacq y Swen Renault gira alrededor del objeto, de su precariedad, de su dimensión estructural, y sus fotos apenas se distinguen, ya sea que representen empaques de Ikea u objetos encontrados. Sobresalen Dorothée Smith y Rebecca Topakian, que comparten el gusto por lo extraño, construyen un muro impresionante en el cual los fantasmas de la una (preliminares de su próxima película Traum) juegan con los bailarines de la otra, igual de inciertos y espectrales entre cámara térmica e infrarrojos.




Swen Renault, Único - Nicéphore Niepce, 2015, 30x600cm




La sala vecina presenta a cuatro recién diplomados de la ENSP. No me convenció la obra militante sobre Notre-Dame-des-Landes de Louis Matton, y me sedujo el misterioso video bucal del argentino Pablo Mandez y la revisita en imágenes de una novela policiaca mejicana con una puesta en espacio muy bien lograda por Cloé Vignaud. Y me gustó la obra irónicamente conceptual de Swen Renault, y su salida de las lineas con Niepce, Kamara, Barbara Kruger o Stieglitz; arriba su declinación via Google Images de la "primera foto", un rollo de seis metros lleno de centenares de Vistas del Gras...




Vincent Duault, Utopies, vista de la exposición en la iglesia Sainte-Anne




En la exposición WIP de la asociación de estudiantes en la iglesia Saint-Julien (terminada el 15 de julio), también hubo bonitos descubrimientos. Hay fotografías más bien clásicas como les clôtures de Soledad Ayuga Parrilla, dos retratos muy bonitos de Vincent Duault, fotos asombrosas de casas colgadas de las rocas con nieve en Groenlandia de Camille M. o un bonito trabajo sobre lamaterialidad del mármol de Iris Aleluia.




Lola Ertel, Le bon temps, capture de pantalla video




También composiciones audaces como la alfombra de sellos-correo de Marta Pareja Cobos, entre Franco y Juan Carlos, la vitrina de Livia Melzi sobre el inventor desconocido de la fotografía o las tortugas anapsides de Coline Nageli, cuyas caparazones muestran extraños motivos de colores. Algunos videos, de calidad variable de los cuales el que más me interesó fue juego de cuerpos de Lola Ertel. Y la obra de Morgane Adawi, presentada aquí hizo la portada de la revista arlesiana le gai savoir (pero no en Facebook...)





Morgane Adawi, Superficies sensibles, portada del Gai Savoir, 8 de julio de 2015




Siguiendo con los alumnos de la ENSP, exploración de las relaciones entre imaginería médica y fotografía, en cooperación con INSERM (Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica) : exploración de lo inacabado, transposición gráfica y musical de imágenes de escáner, cambios de escala, toda una reflexión que traspasa el espectro de lo visible. Lo más impresionante en esta exposición es una instalación de Margot Laurens que simula el paso de un paciente en un escáner corporal IBM (en todo caso, para cualquiera que haya vivido esta experiencia...).





Lore Stessel




En la Tienda de Juguetes (hasta el 12 de septiembre), una exposición de exploración de las fronteras de la fotografía : además del placer de volver a ver las fotografías reveladas sobre lienzos grandes de Lore Stessel (que yo había conocido Hannelore y de quien entonces decía "grandes retratos oscuros delicados, imágenes a punto de desaparecer, cuestionamiento de la representación"); descubrí los preciosos formatos pequeños de Sara Imloul quien (después de su Circo Negro) dibuja una historia familiar en la residencia ancestral, Das Schloss, ocultándose ella misma y a los miembros de su familia con collages e intervenciones gráficas sobre papel negativo (calotipo), siguiendo un método complejo con un juego de códigos y disimulación muy elaborado (también realizó un librito). Es una obra onírica, turbadora, a veces erótica y a veces cargada de cosas no dichas que le encantarían a un analista, me parece. La seguiremos.





Sara Imloul, Das Schloss



Fotos (mediocres, como siempre) del autor, salvo Diop, Stessel e Imloul.

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mercredi 22 juillet 2015

Arles 4 : la mejor exposición, y la peor

17 de julio de 2015, por Lunettes Rouges

  
(artículo original en francés, aquí)




Martin Gusinde, Ulen, el bufón masculino, divirtiendo a los espectadores del Hain (selk'nam)



Dos extremos : para mí, la mejor exposición de los Encuentros es indudablemente la de las fotografías de Martin Gusinde sobre los pueblos de la Tierra del Fuego (hasta el 30 de agosto). Sacerdote alemán que estuvo allí cuatro veces (cada vez entre tres y seis meses, durante el verano) entre 1918 y 1924 en donde realizó una obra etnográfica en el campo, que publicará después, sobre las costumbres de tres pueblos amerindios (Selk'nam, Yamana et Kawesqar), y principalmente sobre su estructura genealógica y sus ritos de iniciación. Se volverá muy allegado con dos de esos pueblos y será iniciado también. En el momento en que esos pueblos son diezmados por la colonización y la enfermedad y en peligro de extinción, Gusinde escucha, graba, estudia y da testimonio. De las 1200 fotos conservadas en este instituto (que tiene el copyright) aquí hay 200 más o menos. Después de Arles la exposición irá a su lugar de origen, Argentina y Chile.




Martin Gusinde, solicitante para la ceremonia de inciación yamana, el Ciéxaus, 1920, detalle




¿ Porqué es una exposición excelente ? Por tres razones. Primero por su autor : no es un antropólogo-funcionario (como por ejemplo fue el caso en las colonias francesas), y aunque sacerdote no es evangelizador. Es testigo, humilde y empático, respetuoso y curioso; uno de los pueblos lo llama "cazador de sombras". Pide que lo inicien (y fue uno de los primeros antropólogos que lo hizo), a pesar de las pruebas físicas bastante difíciles, y podemos suponer, algunas dudas religiosas sobre la compatibilidad entre esos ritos y su fé. Formado a la antropometría, comenzó a medir cráneos y esqueletos, en la gran tradición de entonces de comparación de razas; pero, si después se interesa más por los hombres que por sus medidas, el interés por la antropometría explica sin duda parcialmente su protocolo fotográfico, siempre frontal y estricto. Cuenta una anécdota que su interés por los otros pueblos le nació de un espectáculo de zoos humanos de su infancia en Breslau.





Martin Gusinde, El espíritu Yincihaua y su máscara fálica (Kawesqar)



Él mismo escribió sobre su trabajo : "Intenté deshacerme del pensamiento europeo, de los valores de la modernidad y de todo sentimiento, con el fin de captar, de comprender un universo conceptual peculiar y singular".
Creyendo al principio que iba al encuentro del "buen salvaje", lo horrorizan los sufrimientos de esos pueblos y su exterminación, y denuncia con vehemencia el genocidio de los Selk'nam.





Martin Gusinde, El chamán selk'nam Ventura Tenenesk, quien condujo la ceremonia del Hain en 1923



A causa de los pueblos estudiados, de sus ritos y de sus mitos. Sus pinturas faciales y corporales muestran su linaje o estatuto. Sus trajes son pieles de guanaco que apenas cortan y que llevan todavía las marcas de las patas o de la cabeza, las llevan de forma casi casual dejando a menudo un hombro descubierto, y Gusinde muestra su elegancia.





Martin Gusinde, Elek, Angela Loij et Imshuta  durante la parada Kewanix, en honor de Tanu (Selk'nam)




El mito original Selk'nam es fascinante y, me parece, bastante único : en otra época las mujeres dominaban el mundo y los hombres eran sus esclavos, aterrorizados por espíritus que los perseguían si no obedecían; hasta que un día un hombre descubrió por casualidad que los espíritus terríficos y crueles eran en realidad mujeres disfrazadas : entonces los hombres se revelaron, masacraron a todas las mujeres adultas, tomaron el poder y desde entonces aterrorizan a las mujeres de la misma manera, disfrazándose de espíritus vengativos (ver texto de Anne Chapman en el catálogo, muy resumido aquí). Si hubo otras sociedades matriarcales, en mi modesto conocimiento de las mitologías no tengo el recuerdo de otro pueblo en el cual tal cambio de situación sea el mito fundador.





Martin Gusinde, Koshménik (selk'nam), sus pinturas evocan los cielos (territorios y linajes a los que pertenecen)




Pero subsisten algunas reminiscencias del matriarcado que ridiculizan el modelo masculino dominante : así, el espíritu femenino Kulan es poliandrio y libre. Sus maridos cornudos, los Koshménik (aquí arriba), son burlados, vencidos por el poder sexual de la mujer. Los ritos son a menudo ritos de iniciación, del paso a la edad adulta, y Gusinde documenta la iniciación de dos jóvenes en 1923 durante el rito del Hain. Son también fiestas alegres para todos, danzas para la fertilidad, el sol o la clemencia del tiempo (aquí abajo).





Martin Gusinde, Danse des hommes selk'nam pour chasser la tempête et ramener le soleil




En fin, a causa de la calidad de las fotografías, en las cuales muchos retratos de hombres como de mujeres visiblemente confiados, tranquilos, dignos, serios y severos; ví la ilustración de lo que la historiadora israelí Ariella Azoulay denominó contrato civil de la fotografía, un contrato entre fotógrafo y fotografiado, en el cual el uno no domina al otro, como demasiado a menudo (en particular ciertos etnógrafos occidentales o asimilados, incluso él, y con mayor razón en su país), y en donde el respeto y el intercambio son recíprocos. Aunque las fotos de Gusinde evoquen las de Curtis, su enfoque es muy diferente del de la película de Curtis, cuento romántico que presentaron una noche en el teatro Antiguo con música de Rodolphe Burger. Esos amerindios nos regalan algo (tanto al fotógrafo como al que mira) que no les estamos robando (foto ladrona de almas). Gusinde no se interesa por los objetos, los utensilios o los artefactos : lo que cuenta para él son los hombres y las mujeres, una antropología más humanista que material. Fotografía los ritos no como espectáculos, folclor o pintoresco, sino como una manifestación enigmática de esos pueblos, de sus mitos, y de su intento por mantenerlos contra viento y marea. Podemos decir que nos hallamos ante una puesta en escena, teatro inmóvil, realidad a veces original y a veces actuada por el etnógrafo fotógrafo. Poca expresión de sentimientos (una mujer que ríe al rocear con agua helada una ronda de hombres desnudos durante una danza fálica), y dignidad constante.






Martin Gusinde, Juego para asustar a las mujeres (Yamana)  --------- Games to frighten the women. Yamana, 1919-1924. Courtesy of Martin Gusinde/Anthropos Institut/Éditions Xavier Barral





Incluso este niño que luce una especie de prótesis insignificante de palos que le salen de la nariz y la boca (según la leyenda su objetivo es asustar a las mujeres) es de una imperturbable seriedad. 





Martin Gusinde, Jóvenes iniciados "victimas" de Halahâches, el espíritu del inframundo, simulando la muerte (selk'nam)



Para Gusinde es importante nombrar a cada uno de los retratados indicando sus lazos de filiación, también respeta las reglas del juego del ritual al no dar los verdaderos nombres de los que llevan máscaras sino únicamente el del personaje, sin poner de manifiesto nada secreto, conservando los mitos : así, los hombres desnudos en la nieve han muerto en el mito y poco importa que sea verdad o no.





Martin Gusinde, Glaciar de la cordillera Darwin, canal Beagle (territorio Yamana)



Gusinde fotografía poco el paisaje (salvo las chozas de iniciación), y cuando lo hace, sus fotografías son muy bien compuestas, puras, como esta vista del Canal de Beagle en donde el glaciar cae directamente al mar.





Martin Gusinde, Hariette (Yamana)




Y también, razón suprema, porque esos pueblos desconocidos, rechazados, despreciados, encuentran así su lugar en el concierto mundial. Aunque aquí no escuchemos su voz (no hay escritos y solamente una grabación musical), están presentes y los 'estamos escuchando' a través de esas fotografías : encantamiento extraño. Destaca el catálogo editado por Xavier Barral (que además es el iniciador y co-comisario de la exposición junto a Christine Barthe del Quai Branly) en el cual, entre otros, el texto de Anne Chapman que mencioné más arriba.





Paolo Woods, Gabriele Galimberti, paraísos fiscales, vista de la expo




Y ¿ cuál es entonces la peor exposición, cronista entusiasta ? Qué práctica, está justo al lado, en el mismo Palacio de l'Archevêché, pues se trata de la de los paraísos fiscales de Paolo Woods y Gabriele Galimberti. Así es, pero todo el mundo concuerda para encontrarla apasionante, ¡ "todos los que cruzamos le dieron el visto bueno" ! No me gustó, ni por el fondo ni por la forma. En el fondo, el argumento se resume a : "pues como el año pasado denunciamos el calentamiento climático, el año que viene haremos lo mismo con la desigualdad entre los sexos, y este año, amigo, los paraísos fiscales; es un buen tema, le gustará a todo el mundo, nadie se atreverá a criticar nuestra denuncia" (salvo un exiliado fiscal, claro...). Entonces mostremos todos esos 
horrores espantosos : hileras de buzones o de cajas fuertes (¡ eso sí que es una imagen poderosa !), clases de finanzas a jóvenes de 14-16 años en las Islas Vírgenes (Dios mío, ¡ Qué horror !), Bono, menos virtuoso de lo que dice, minimiza sus impuestos al atreverse a instalar la sede de una de sus sociedades en los Países Bajos, y encima, en el mismo edificio que algunas compañías mineras ( ¡qué imprudencia !); y una prostituta filipina en Singapur (abajo a la izquierda, un símbolo más de la depravación de ese pais infernal). Se añaden algunas fotografías de super ricos, se instala todo eso y obtenemos un gran bullicio. Lo ridículo no mata... y además las fotos son malas, banales y mal hechas (¿ con camphone ?)... ¡ Qué viva la santurronería !

Todas las fotos de Martin Gusinde (c) Anthropos Institute.
Fotos 2, 4, 9 & 11 tomadas por el autor en la exposición.

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lundi 20 juillet 2015

Arles 3 : el vasto mundo

16 de julio de 2015, por Lunettes Rouges

  
(artículo original en francés, aquí)




Masahisa Fukase, serie From Windows, 1974




Como en el pasado, estos Encuentros son muy abiertos internacionalmente, y este artículo tratará de cuatro o cinco exposiciones particularmente interesantes gracias a la apertura que aportan fuera de nuestro mundo occidental cerrado.
Primero que todo, la exposición de ocho fotógrafos japoneses en la iglesia Sainte-Anne (hasta el 30 de agosto) se sitúa claramente encabezando el palmarés de estos Encuentros, puesto que su comisario Simon Baker ha tenido la inteligencia ambiciosa de intentar definir su lenguaje, "Another Language", lo que hace su unidad, su especificidad. Conozco demasiado mal Japón para aventurarme en ese terreno pero en efecto, hay algo particular en esa iglesia, algo puro, elegante, sensible, que funciona como marcador incuestionable de la (de esta, más bien) fotografía japonesa. Este enfoque de la fotografía (en blanco y negro, por supuesto, exclusivamente) como potencial de lenguaje (en las antípodas, sugiere el catálogo de las ideas de un Szarkowski) se siente en los fotógrafos más experimentados de la selección, los que trabajan en torno a la danza y el teatro como Eikoh Hosoe, los que vagan por la ciudad como Masatoshi Naito o Issei Suda (y, de otra manera, el menor Kou Inose), o los que explican su universo tan personal, Masahisa Fukase (el hombre que sólo fotografió a su esposa durante años hasta su ruptura) o Daido Moriyama y sus desnudos a puerta cerrada. Además este último, amplía su práctica bajo la forma de 'printing show', libros siempre diferentes.





Sokio Nomura, série Another Black Darkness, 2009





Los dos fotógrafos más sorprendentes de esta selección son los dos más jóvenes, cuyas exploraciones formales son las más audaces. Empezando por la única mujer, Sakiko Nomura, presenta imágenes extremadamente solarizadas, oscurísimas, en las que cuerpos femeninos parecen emerger de la nada. Al principio no se ve casi nada, hasta el momento en el que uno se da cuenta de que mirando a través de un visor o sobre la pantalla del teléfono, las lineas se pueden detectar mejor, los cuerpos son más visibles (algo así, pero no me pidan la explicación óptica). Ex colaboradora de Araki, ella aborda de manera diferente lo intimo, con menos humor, más sensibilidad, y esa oscuridad de sus fotografías, que enceguece atrae irresistiblemente.  





Daisuke Yokota, Matter, vista de exposición




El más joven en la primera capilla entrando a la derecha, Daisuke Yokota, hace una obra de igual difícil acceso y que igualmente fascina : las paredes de la capilla están forradas con seis hileras de hojas negras en las que se adivinan sombras difuminadas con graduaciones de gris en medio de un negro profundo, y ahí es prácticamente imposible adivinar las formas. Debajo hay vitrinas que contienen periódicos en los que se distinguen imágenes más claras, coloreadas, a veces perceptibles pero que parecen haber fundido : el papel se ve rasgado en diferentes lugares, parece que la cera invadiera todo y es difícil ver un cuerpo, un árbol, simples huellas en la imagen. Lo que veo es un himno a la materialidad de la fotografía al igual que una arqueología de la memoria del deterioro. A través de las modificaciones que les hace, las imágenes pierden su calidad de representación y se convierten en archivos materiales, objetos fotográficos, exploraciones al margen del imperio. Dos bonitos descubrimientos.




Ren Hang, ST




De Japón a Corea del Norte con el cuaderno de viaje y la película de Alice Wielinga que mezcla imágenes de propaganda con las suyas propias y de China también, en los locales del PCF (Partido Comunista Francés) sección de Arles (en el Off, con esta galería, pero ya se acabó) las agradables imágenes del "atrevido" Ren Hang, que realiza composiciones construidas con cuerpos desnudos exquisitos, apilados, mezclados, entrelazados, de un erotismo más bien poético que sexual. Compré su libro cuya cubierta se pone negra con el fresco, pero con el calor de Arles o de Lisboa, dos de sus fotografías aparecen en ella.





Collection Wouter Deruytter




La exposición sobre Congo-Brazza de Alex Majoli y Paolo Pellegrin es, me dijeron, un pedido; en todo caso es una bonita inmersión en ese país que se conoce poco, hecha con empatía y calor. Continuemos esta vuelta al mundo con Egipto, o mejor, con la obsesión que embargó al fotógrafo Wouter Deruytter el día que lo invitaron a subir a la Esfinge para fotografiar a un restaurador (desde hacía tiempos su acceso les estaba prohibido a los turistas y visitantes). Desde ese día colecciona grabados y fotografías de la Esfinge, de los turistas y militares posando debajo o encima desde el principio de la fotografía. "Contemplar la Esfinge ha sido una de la voluptuosidades más vertiginosas de mi vida" le escribió Flaubert a Ernest Chevalier. Es una bonita exposición (hasta el 6 de septiembre) sobre la fotografía como testimonio patrimonial, y sobretodo sobre la obsesión del coleccionista (y aunque no lo crean, no fue Bonaparte quien le rompió la nariz, ni los Mamelucos, ni Obelix, probablemente fue Mohammed Sa'im al-Dahr, un sufí ofuscado por su paganismo, en 1378).




Ambroise Tézenas, Mleeta Reistance Tourist Landmark, Liban, boutique vendant des souvenirs et des cadeaux en rapport avec la résistance à l'invasion israélienne, 2015




Para terminar este viaje, un turismo de un estilo peculiar, el del horror, de la catástrofe, de la desolación : Ambroise Tézenas visitó lugares en donde los desastres pasados son hoy objeto de visitas y de viajes organizados. A veces se trata de simple curiosidad por el horror pero en general es un dispositivo de poder que utiliza la conmemoración para poner la memoria al servicio de ideas o de políticas :  Auschwitz es posiblemente el ejemplo más asombroso (y a menudo el más controvertido a causa de la recuperación ideológica que se ha hecho), pero la exposición cubre también los genocidios de Camboya y de Ruanda, la masacre de Oradour-sur-Glane, los desastres de Tchernobyl y de Katrina (en Nueva Orleans), la represión en los estados bálticos, el temblor de tierra en Sichuan, el asesinato de JFK y las cárceles del Sur de Líbano. Supongo que nadie aprueba los crímenes que se conmemoran en esos lugares (aunque...), pero lo interesante es interrogarse sobre la historia y su relato y la finalidad de este último allende la moral elemental. La ambigüedad de esta interesante exposición (y de su catálogo que solo pude ojear) es que no se sabe si son los visitantes a quienes se critica (turistas perversamente sedientos de vistas de desolación) o a los poderes públicos por ponerlos en condiciones de adoctrinamiento, y es esa la ambigüedad que crea todo el interés, al abolir distinciones, tabúes y proclamaciones de singularidad ("nuestra catástrofe es única, mucho peor que la vuestra"). Enseguida pensé en la película Khiam de Joana Hadjithomas y Khalil Joreige sobre la tortura en el Sur de Líbano : cuando en una enésima invasión el ejercito israelí destruye el museo establecido en la prisión de la invasión precedente, ¿ habrá que reconstruir o no el museo después de la ida de los invasores ? ¿ se reconstruye una prisión para hacer un museo ? ¿ cómo preservar la memoria ? ¿ cómo escribir la Historia ? Imagínense que hubieran destruido Auschwitz, que hubieran destruido Robben Island ¿ qué imágenes mostraríamos ? Frente a una Historia que así se ocultara, frente a esa terreno movedizo, por falta de certeza  ¿ Qué haríamos con esas imágenes ? 
¿ Cómo encontraríamos la realidad ? ¿ Cómo escaparíamos al recubrimiento sin fin de una imagen por otra ? Se sale muy pensativo de esta exposición, una de las más conmovedoras de los Encuentros.

Fotos Nomura y Yokota del autor. 



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