samedi 4 avril 2015

¿Bruce Nauman, regreso a la niñez ?

23 de marzo de 2015, por Lunettes Rouges

  
(artículo original en francés, aquí)



Bruce Nauman, Mr Rogers, 2013



La exposición de Bruce Nauman en la Fundación Cartier (hasta el 21 de junio) es pequeña y el visitante solamente podrá ver un muy pequeño aspecto de la obra del artista, y, al mismo tiempo tendrá una sensación bastante a la altura de lo que el talento de este artista puede lograr, pero de forma menor. Se refiere mucho a la niñez, tanto con el sonido como con la imagen. Una de las obras repite infatigablemente 'para los niños' 'for children' como un mantra hipnótico; otra, afuera, bastante divertida, es un trozo de piano en el cual el intérprete debe tocar su partitura sin desplazar las manos lateralmente sobre el teclado. El juego continúa con el video de ejercicios de equilibrio de los lápices (por el segundo plano pasa un gato, El Señor Rogers, que ya habíamos visto en otra parte), fracaso repetido e insignificante y un lúgubre carrusel de animales dislocados en el sótano. Hasta ahí uno se distrae, se interesa por el juego de la transmisión, por la repetición obsesiva y por la restricción, pero conservamos, como pasa a menudo con Nauman, cierta distancia.




Bruce Nauman, Anthro / Socio (Rinde Facing Camera), 1991, 6 videos color que pasan con 3 videoproyectores, 6 monitores color, 12 parlantes. Duraciones que varían entre 1 min 30 y 3 min 17, que se repiten. dimensiones variadas; Glenstone. (c) Bruce Nauman / ADAGP, cortesía Fundación Cartier 




Menos mal que dos de las obras presentadas en el sótano, a cada lado del triste carrusel, dan de Neuman una impresión mucho más fuerte y mucho más cautivadora. Primero, la (conocida) instalación Anthro/Socio es un caos visual y sonoro : la cara de un viejo cantante clásico, rostro rudo y brutal, se repite en tres pantallas murales y seis monitores pequeños, al derecho y al revés, diciendo su texto con fuerza. Se trata de necesidades elementales y restricciones, de deseo y de miedo, de intimidad y de violencia, de dependencia y de masoquismo* : Feed me ! Eat me ! Help me ! Hurt me ! Es un gesto y un texto que sale de los parámetros de la razón, fuera de la moderación educada de la gente como se debe, un desempeño que evoca una confrontación con la locura profunda, una visita a un pabellón psiquiátrico. El añadido de los gritos Sociology y Antropology me parece que es una burla suplementaria a la razón.




Bruce Nauman, Anthro/Socio, detalle (Hear-me)



Y si, al cabo de un instante uno logra abstraerse de las palabras mismas, y se pone a escudriñar ese rostro escultural, a detallar las pecas, se nota la ligera y extraña torsión de la boca hacia la izquierda cuando dice "Eat me", y en su rostro duplicado en espejo uno aguarda, en la parte de arriba, la aparición del hoyuelo de su mentón, que al principio creemos que es otro orificio, como para perturbar nuestra percepción, última molestia de la razón. 



Bruce Nauman, Untitled, 1970/2009



Las dos bailarinas del fondo son más apacibles : su imagen duplicada, en la pared, y menos nítida, en el suelo (en donde la proyección se hace sobre el marco de origen, pero con una ligera diferencia, como una vibración minúscula de las diagonales que no coinciden del todo) evoca naturalmente las manillas de un reloj, el tiempo que pasa. Pero reducir esta obra con una visión literal sería algo simplista, pues como para la brecha en el suelo, su interés principal está en las fallas, en la imperfección de su demostración. La doble rotación de los cuerpos, sobre ellos mismos y sobre la esfera, intenta estar perfectamente sincronizada, pero nunca lo logra realmente, el diámetro se rompe, una bailarina se retrasa, se descompasan los ritmos, las manos se equivocan, los cuerpos se encorvan, la fatiga se instala y al final las bailarinas agotadas renuncian. Es una obra más melancólica que trágica, una demostración imperfecta en donde las deficiencias le devuelven su lugar a lo humano, y creo que todo el genio de Nauman se encuentra en esas dos obras, todo su humanismo desilusionado.


* y para mí el mismísimo contrario del sadismo de un "sargento de marines". Las mejores criticas están en la prensa inglesa, FT y el Guardian.

Fotos del autor, salvo la segunda cortesía de la Fundación Cartier. Bruce Nauman es representado por ADAGP, sus obras saldrán del blog cuando se termine la exposición.

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